Toma de posesión Bukele 2019



En 2019 Nayib Bukele tomó posesión y juró respetar la constitución. Y ya sabemos cómo va eso. Como no tengo acceso a inteligencia artificial que transcriba discursos en español y me ahorre el trauma de ver esto completo (y por primera vez), tuve que echarme este discurso. Por lo menos a doble velocidad. Sé que le puede servir a alguien que estudie historia en el futuro. Así que aquí está mi contribución para usted. Si lo necesita, no lo puede encontrar en el nuevo centro comercial la biblioteca nacional, pero sí en Facebook live AQUÍ.

Le invito a invertir en bitcoins cada vez que diga «uno y cada uno», cuando mencione a dios, y cuando hable de «familia». Bendiciones a nuestro pueblo laico.


Antes de iniciar quiero hacer una mención especial a los invitados ilustres que tenemos este día. Me refiero a uno y cada uno de los salvadoreños que nos acompañan aquí en esta plaza y a los que nos ven a través de los medios de comunicación.


En otras épocas ustedes no hubieran podido estar en este evento. Pero esa fue mi primera decisión como presidente electo. Que ustedes estuvieran aquí, conmigo, en este lugar, en esta plaza, en este día. Hace dos días la tierra tembló. En la madrugada. Y no había pasado ni hora y media cuando los salvadoreños ya estaban saliendo a trabajar, como si nada hubiera pasado. Ningún pueblo del mundo hace eso, más que este. Este pueblo, del cual todos nos tenemos que sentir orgullosos. Hace cuatro meses estuve parado aquí también en esta plaza. Ese día nos comprometimos a pasar la página de la posguerra. Nos comprometimos a hacer un mejor El Salvador, nos comprometimos a garantizar el bienestar social de cada salvadoreño. Eso es lo más importante del compromiso que tuvimos ese día y hoy vine acá para cumplir esa promesa.

Ustedes son la razón de ser de esa promesa. Ustedes son la razón de ser de que estemos aquí hoy.
Ustedes lograron lo que decían que era imposible. En las calles, con cada voto. Ustedes gritaron con fuerza el nuevo El Salvador que querían tener.
Hoy estoy aquí con ustedes.
Este día inicia el nuevo gobierno de El Salvador.
Este día inicia la nueva historia que vamos a escribir juntos.


He venido a cumplir con ustedes y a estar acá con ustedes en esta plaza. El Salvador, como lo conocemos, es un país que ha sufrido mucho, es un país que nos ha tocado reconstruirlo, es un país que ha enfrentado terremotos, es un país que ha enfrentado gobiernos corruptos, es un país que ha enfrentado tragedias y, sin embargo, hemos salido adelante. A pesar de todo. A pesar de todo eso estamos aquí. Este pueblo luchador. Este pueblo trabajador, el más trabajador del mundo y nadie lo puede negar porque el salvadoreño sale adelante dondequiera que esté, aquí en El Salvador o fuera de El Salvador. Pero, a partir de hoy, no seré presidente de los que votaron por mí. Tampoco seré el presidente de un sector, el presidente de un grupo, ni mucho menos el presidente de un partido político. Seré presidente de todos los salvadoreños. De uno y cada uno de los salvadoreños. Los siete millones de salvadoreños que viven acá y los tres millones que viven afuera, de los diez millones de salvadoreños, los representaré a cada uno de ustedes. A uno y a cada uno de los salvadoreños diseminados por todo el mundo.

Pero quiero que me escuchen esto. Creo que es importante y por favor reflexionémoslo. Así como una familia, que tiene su hijo enfermo, tienen a su hijo enfermo, lleva varios días mal, cada día se pone peor. La familia va a hacer lo imposible por salvar al niño. Pero no va a ser fácil. Van a tener desvelos, van a acompañarlo, van a estar pendientes de su salud, dándole medicina, van a tener cambios en su rutina, van a sufrir con él. Pero no importa todo lo que hagan porque todo es por el mismo objetivo común: sacar adelante a su hijo, sacar adelante la salud de ese niño. De igual manera es con El Salvador. Nuestro país es como un niño enfermo. Nos toca ahora a todos cuidarlo. Nos toca ahora a todos tomar un poco de medicina amarga. Nos toca ahora a todos sufrir un poco. Nos toca ahora a todos tener un poco de dolor. Asumir nuestra responsabilidad y todos, como hermanos, sacar adelante a ese niño que es nuestra familia, que es nuestro país, es El Salvador.

Y sí, habrán (SIC) momentos duros. Habrán momentos difíciles. Pero tomaremos esas decisiones con valentía. Y espero que me acompañen a defender esas decisiones que tomaremos con valentía.
Luego, cuando veamos hacia atrás, habremos visto que valió la pena. Que todo valió la pena. Porque, al final de cuentas, El Salvador saldrá adelante y podremos ver una luz en el futuro y saber que hicimos lo correcto y que arreglamos El Salvador.
Este es un pueblo valiente y al que le debo todo. Pero no vamos a poder salir adelante si no nos unimos. Tenemos que unirnos y asumir cada uno nuestra esperanza, sí; pero también tenemos que asumir cada uno de nosotros nuestra responsabilidad. Cada uno de nosotros tiene una responsabilidad individual y la sumatoria de todas esas responsabilidades individuales se vuelven una responsabilidad colectiva. Una responsabilidad colectiva que va a sacar a nuestro país adelante, si cada uno de nosotros hacemos lo que nos toca. Cada uno de ellos.
Ahora les voy a decir algo que debió haber sido dicho hace mucho tiempo

1:28:16 LENGUA DE SEÑAS

Eso quiere decir que, de ahora en adelante, el poder está en todos nosotros, en cada uno de nosotros, en las manos de nuestros agricultores, en las manos de los profesionales, en las manos de nuestros estudiantes, en las manos de nuestros comerciantes, en las manos de nuestros escritores, en las manos de nuestros artistas, en las manos de nuestros pescadores, en las manos de nuestras amas de casa y, por supuesto, en las manos de nuestras personas con discapacidad, en las manos de todos, en las manos de uno y cada uno de los salvadoreños.
Hoy ustedes decidirán cómo quieren ser gobernados, porque hoy tenemos un gobierno del pueblo para el pueblo.

Algunos de ustedes dirán pero cómo vamos a hacer eso. Y lo entiendo. Ya han sido engañados antes. Cuántas veces nos han dicho que vamos a tener un país mejor. Cuántas veces nos han dicho que va a haber prosperidad para todos. Cuántas veces nos han dicho que todos van a tener trabajo. Cuántas veces nos han dicho que a El Salvador le va a ir bien, que vamos a acabar con la inseguridad. Cuántas veces les han dicho que El Salvador va a tener vivienda digna, agua potable, hospitales con medicinas, escuelas dignas para que le den buena educación a nuestros niños. ¿Cuántas veces hemos escuchado eso antes? Y siempre ha sido una mentira. Siempre han sido promesas rotas.
La diferencia es que a (SIC) esta vez el cambio no vendrá de un presidente. No vendrá de un político. El cambio vendrá de cada uno de nosotros, cada uno de nosotros vamos a hacer nuestra parte y cada uno de nosotros vamos a cambiar El Salvador, haciendo lo que nos corresponde. A mí como presidente, pero a todos los demás, a (SIC) cada uno de los salvadoreños, tiene una importante misión, de ahora en adelante, de hacer lo imposible por sacar adelante nuestro país.

1:31:15
Tenemos solo cinco años (!!!!!!!!!), no para pasar la página de la posguerra, no para derrotar el bipartidismo. Esas cosas ya las hicimos antes. Tenemos cinco años para hacer de El Salvador un ejemplo para el mundo, un ejemplo de que un pueblo puede salir adelante, si se lo desea, si así lo desea, si lucha por eso, y lo logrará. Con la ayuda de Dios y con el trabajo de todos los salvadoreños.

Yo solo soy un salvadoreño como todos ustedes, hijo de un padre que dio en su vida todo lo que pudo para este país, hijo de una madre que me ha enseñado la importancia del amor.
Mi esposa Gabriela me ha acompañado desde hace catorce años, cuando yo ni siquiera pensaba en ser político. Ni siquiera se nos imaginaba (SIC) que íbamos a entrar en política. Mucho menos imaginábamos que íbamos a estar parados este día asumiendo la presidencia de la república y sin embargo, lograra lo que lograra, ella siempre me ha dicho la verdad y siempre ha sido una guía en los momentos malos y en los momentos buenos. Y será una guía ahora en este nuevo gobierno de la república de El Salvador.
Gabriela sabe que la amo, eso ya está descontado. Pero también tiene que saber que la admiro. Te admiro. (LE TIRA UN BESO)
Tenemos que heredar un mejor país para las futuras generaciones. Nosotros estamos esperando a nuestra primera hija. (ELLA SE TOCA SU ESTÓMAGO) Se llamará Layla. Y por ella y por los hijos de todos tenemos que hacer un mejor país.
Piensen en un niño


o en una niña.


Piensen en un joven.

Imaginen a la persona más cercana a ustedes. Un niño, un joven, una niña. Piensen en esa persona. ¿Acaso no merece lo mejor para su futuro? ¿Acaso no merece la mejor educación, la mejor salud, tener seguridad, poder caminar libre en las calles?

¿Acaso no merece un país del que se pueda sentir orgulloso?


¿Acaso no merece sentirse orgulloso de sus padres? Para que cuando nos pregunten: Papá, Mamá, ¿qué hicieron con El Salvador? Nosotros podamos decirle «Lo cambiamos y lo hicimos un país pujante, vigoroso y vibrante.

El Salvador va a volver a ser el líder en la pujanza y en la innovación en Centroamérica, como lo fue en algún tiempo, un tiempo que ya perdimos, pero que ahora lo recuperaremos y que no solo lo llevaremos ahí, sino incluso más alto, hasta donde nuestros sueños y nuestro tiempo lo permita (!!!!!!!!!!).

Quiero que me permitan contarles una historia. Una historia que está muy cerca de mí y que siempre me ha acompañado toda la vida. Es la historia de un niño que caminaba en las calles de aquí, del centro de San Salvador con su papá. Sentado ahí en una esquina, en una cuneta, comiendo una manzana acaramelada de las que vendían por ahí, y el niño curioso le preguntaba todo a su papá. Y le decía «papá, ¿qué hace ese señor que está ahí?» Y él le contestaba «Ese señor trabaja duro para sacar a su familia adelante». «Papá, ¿por qué nuestro país es pobre?» «Hijo, nuestro país no es pobre; en realidad nuestro país es rico, es el mejor país del mundo, aquí nací y aquí me quiero morir». «Papá, pero por qué es el mejor país del mundo?» Y él le contestaba: «Porque es el nuestro».
Y ese niño todavía recuerda las enseñanzas de su papá. Esas enseñanzas que aprendió con largas pláticas adentrada la noche. Esas enseñanzas que le enseñó durante años. Todavía lo recuerda. Ese niño ahora es presidente de El Salvador. Y mi papá ya está en el cielo. Papá, hoy te extraño más que nunca. Quisiera que estuvieras aquí conmigo. Quisiera que vieras hoy a tu pueblo. Él me enseñó que la justicia no es justicia si no es igual para todos.

Él me enseñó que de nada sirve el dinero si hay gente que tiene hambre. Él me enseñó que un país debe de trabajar para las personas más vulnerables. Él me enseñó casi todo lo que sé y la mejor forma de honrarlo será ser el mejor gobierno que se ha hecho en la historia de nuestro país.


Desde que hicimos historia el tres de febrero nos hemos dedicado a hacer las mejores relaciones para nuestro país, a buscar inversión, a garantizar que nuestro país crezca, y a formar un gabinete que además por primera vez en la historia de nuestro país tendremos un gabinete paritario. Por primera vez en la historia de nuestro país tendremos un gabinete de igual número de mujeres que de hombres. Pero no han sido seleccionados por su género. Han sido seleccionados por su curriculum y por sus capacidades.

Y les he indicado que tienen que trabajar y hacer lo mejor para el pueblo salvadoreño. Su única tarea será trabajar incansablemente para que los salvadoreños se sientan orgullosos de su país. Cada uno de ustedes. En cada área les compete que todos los salvadoreños, los que están acá, los que nos ven por televisión, los que nos ven por redes sociales, los que están fuera de El Salvador, que todos los salvadoreños se sientan orgullosos de su país. Esa es la primera orden y la última que tendrán que cumplir.




Este no es mi gabinete. Es su gabinete.
Ser presidente de la república no me da poder. El poder lo da cada una de las esperanzas que ustedes han puesto en mí y que ustedes han puesto en este proyecto y, sobre todo, que ustedes han puesto en ustedes mismos, que El Salvador puede cambiar. Debemos de decidir nosotros mismos que debemos dejar de matarnos. Debemos de decidir nosotros mismos que dejemos de botar basura en la calle. Debemos de decidir nosotros mismos que vamos a trabajar el doble para sacar nuestro país adelante. Nuestros hermanos en el exterior que tanto nos envían a El Salvador también deben unirse, todo ese talento que está allá debe apoyar lo que podamos hacer acá. Debemos emprentir (SIC) en nuestros niños. Cuando mencionamos que tenemos que tomar medicinas no solo nos referimos a las medicinas en los hospitales, también nos referimos a la inversión en nuestra niñez. Tenemos que invertir en los niños para que en el futuro, a largo plazo, tengamos el país que todos queremos. También vamos a invertir en megaproyectos. Vamos a pensar en grande y a ejecutar en grande. Vamos a pensar en largo plazo y vamos a dejarle un legado al pueblo salvadoreño, un legado que no se borre con la historia. Nuestro país va a avanzar. No tengo ninguna duda de eso. No tengo ninguna duda cuando veo la cara de cada uno de ustedes. Porque ustedes mismos se encargarán de que eso se haga realidad. Su gobierno trabajará por ustedes, sí, pero la única forma que de verdad podremos salir adelante es si cada uno de ustedes decide hacer lo que le toca hacer para que los diez millones de salvadoreños empujemos hacia un solo lado. Que se acabe el tiempo donde un grupo empujaba para un lado y el otro grupo empujaba para el otro. Los lados se acabaron. De ahora en adelante todos vamos a empujar hacia adelante. Vamos a empujar hacia el futuro y vamos a empujar hacia donde queremos ver a nuestro país.

¿Estamos dispuestos a empujar todos para adelante?
¿Estamos dispuestos todos a ver hacia el futuro?
¿Estamos dispuestos a, con la ayuda de dios, tener El Salvador que soñamos?
Si es así, con la ayuda de cada uno de ustedes, defendiendo la conquista lograda el tres de febrero, defendiendo este amplio mandato que nos dan para que podamos cambiar a nuestro país, luchando cada uno desde su trinchera, con la ayuda de dios, nuestro país va a salir adelante. Y ese es el juramento más importante que vine a hacer el día de hoy. Y les pido que lo hagan conmigo.

(LEVANTA SU MANO DERECHA) (1:41:52)

Juramos trabajar todos para sacar a nuestro país adelante. Juramos defender lo conquistado el tres de febrero. Juramos que cambiaremos nuestro país contra todo obstáculo, contra todo enemigo, contra toda barrera, contra todo muro. Nadie se interpondrá entre dios y su pueblo para poder cambiar El Salvador. Muchas gracias, que dios bendiga El Salvador, que dios bendiga al nuevo gobierno y que Dios bendiga a uno y cada uno de los salvadoreños.


Saludos a las ministras que encabezan actualmente seis de los dieciséis ministerios, incluyendo a María Chichilco que no hace nada. #Paridad

Happy (?) pride 2023

Imagen del presidente Bukele besando a un soldado con el texto El amor no es delito al fondo

Primero, lo primero. Si usted cree que hay una forma «correcta» de ser un «buen gay/bi/hsh» (o sea, un homosexual y no un homosexualista), si no cree que las personas adultas tienen derecho a vivir su sexualidad (consensuada) como se les pegue la gana, si cree que cuando algo malo pasa durante este régimen de excepción eterno es por culpa de unas «manzanas podridas» y que el líder supremo jamás lo permitiría, le invito a que deje de leer. Solo se va a amargar y le va a dar diarrea.

El pasado sábado 3 de junio de 2023 hubo «after sauna» y se llenó a reventar.




Un amigo luego me compartió que había llegado la policía. Usted puede decir «alguien me dijo» no significa que sea cierto. De nuevo le invito a que deje de leer. Nada de lo que yo diga le convencerá de lo contrario. Mi motivo al escribir todo esto es que no quede simplemente ignorado. Alguien en el futuro lo podrá publicar en la continuación de «Dialogando con el silencio«, el libro de Amaral Arévalo.

Mi amigo me contó lo siguiente:

Eran como cuarto a las diez, o las diez, no me acuerdo qué horas eran y nosotros ya íbamos para afuera, ya nos íbamos.
Entonces, imaginate… nosotros abriendo la puerta de ahí por recepción para ir a los lockers, y ¡pum! vamos viendo que ahí en recepción habían como cuatro policías y tres militares o dos. Y así, con una actitud medio prepotente diciendo que iban a revisar y que todos nos quedáramos ahí, en esa área de lockers.
(…) Nos quedamos ahí y supuestamente ya no iban a dejar salir a nadie.
Entonces unos entraron como a revisar, dicen que se fueron a meter a todos lados, que entraron al sauna, que entraron a las cabinas, que entraron a todos lados ahí. Después dijeron que iban a registrar los DUIs en un sistema, no sé qué. Le tomaron foto como a cinco DUIs que la mara les dió y después de la nada, ¡se fueron! Fue bien raro. Un momento de susto, de adrenalina, pero gracias a dios no pasó a más. Solo que andaban medio turbios, decían comentarios así…feos.


Cuando comenté esto con alguien más, este tercero me dijo:

«Yo me enteré de hace meses que también había pasado algo similar en Spartakus, que hubo un evento como de barbacoa, creo que por el aniversario del sauna.
Se metieron a sacar a los hombres de los cuartos …Y que hicieron una fila y todos chulones ahí…
«


Ni a él ni a mí nos consta que esto sea cierto; pero solo me hace pensar en el caso de hace unos años en Egipto y la participación de la «periodista» Mona Iraqi.

A propósito del libro de Arévalo, quisiera tomarme el atrevimiento de reproducir algunos pasajes que vienen a mi mente. Primero, un par de testimonios sobre hechos ocurridos en la discoteca Oráculos, establecida con mucho valor por Julio Saade durante los ochentas:

Yo recuerdo que uno llegaba al espacio – este que era muy pequeño-, donde uno estaba bailando, y de repente entraba la guardia/ejército ahí y entonces toda la gente ahí viendo un ojo hacia la puerta y otro en el baile, pero era muy incómodo y tenso, porque uno no sabía si lo llegaban a ver como animal raro o se iba iniciar (SIC) una requisa u otras cosas (…) También sé que llegaban a traer personas en los camiones, para confrontarlos con los padres.

La guardia llegaba, le sacaba a toda la gente de la disco y después Julio con todo lo que había ganado la noche anterior, pagaba la fianza de todos sus clientes, y pagaba un carro para que todos sus clientes los llevaran a la discoteca, muchos de ellos eran travestis y travestis importantes, muchos de ellos eran jueces, policías y abogados que ella los defendió, nunca expuso ningún cliente.



Como los ochenta fue hace una vida y ya dimos la vuelta a la página de la pos-guerra, también siento la necesidad de reproducir algo más reciente, también del mismo libro:

Entre el 25 y el 26 de marzo de 2010 existió un operativo de la PNC y el CAM en la zona de bares y discotecas LGBTI+, motivado por la supuesta falta de permisos para funcionar. Entraron a los diversos locales, multaron a todos y cada uno de los presentes, incluyendo a la clientela.
(…) La Alianza (por la Diversidad Sexual LGBT) envió una misiva, el 26 de marzo de 2010, titulada Respeto a la integridad física, no discriminación por orientación sexual e identidad de género. En ella se «lamentó» que este tipo de acciones no se hubieran discutido previamente en espacios de diálogo institucionales(.) De igual forma se hizo una solicitud para investigar las faltas que pudieron haber cometido los agentes de seguridad al momento del operativo y por último se hizo un llamado a la Secretaría de Inclusión Social para que se mantuviera «…vigilante y emita oportunamente, las indicaciones para que todo funcionario público respete la individualidad, diversidad, dignidad, y los derechos ciudadanos de nuestra comunidad LGBT».

La Secretaría de Inclusión Social emitió una carta sobre la queja expuesta(…)


La autonomía institucional del Cuerpo de Agentes Metropolitanos no autoriza a realizar procederes que se dirijan en contravía de los preceptos constitucionales que reconocen los derechos humanos más fundamentales. Por tal razón, mucho apreciaré que para preservar el correcto funcionamiento del Cuerpo de Agentes Metropolitanos, disponga las instrucciones y lineamientos necesarios para que se investigue tanto la participación de los agentes municipales en los términos que ahí se indica, se individualicen las responsabilidades y se impongan las sanciones que sean procedentes conforme con el ordenamiento jurídico (Pignato, 2010).


¿Qué se hace hoy cuando hablar de derechos humanos está prohibido por la élite del país?
Tal vez solo sirva para sembrar una semilla de duda en alguien que, hasta ahora, creyera que no estaba en posición de vulnerabilidad en este país sin división de poderes.
Cuando existe la posibilidad real de irse a morir en una cárcel del país o construyéndole casas de playa a las amigas de la mamá de Osiris, uno debe preguntarse si realmente es un junio de happy pride, aún sin ley de identidad, pero sí con escandalosas voces pendientes de lo verdaderamente importante, las botas de Walmart.






Puede comprar el libro de Amaral en la UES, cuando la vuelvan a abrir para que la gente estudie, después de los juegos centroaméricanos que son claves para mostrar nuestra felicidad o puede encontrarlo aquí.