El Mozote…30 años después

Como ya había escrito antes, finalmente estoy leyendo «Luciérnagas en El Mozote«. Y me parece significativo que ya me falte tan poquito para terminarlo mientras nos acercamos a celebrar el trigésimo aniversario de esa masacre.

Hace cuatro años fui ahí para el aniversario y ya me habían dicho que se había puesto peligroso (delincuencialmente). No sé cuánto habrá cambiado (para mejor o peor) desde entonces.

Es triste leer con tanto detalle todo lo pasado en ese pequeño poblado de Morazán que tenía mucha gente evangélica (y, por ende, ni seguidora de la comunista teología de la liberación que habría de llevarnos al declive de la sociedad). Son tristes todas las cosas que sufrió tanta gente inocente y el hecho de que tardaran 10 años en oficialmente reconocer que eso hubiera sucedido; que las exhumaciones tardaran tanto; que no se hayan oficializado las responsabilidades; que tantos jóvenes hoy ni siquiera sepan qué pasó ahí…o que hubiera otra masacre luego en El Calabozo (San Vicente) de la que yo no me hubiera enterado de no ser por el libro.

Mientras veía la famosa foto de «Santiago» en donde podemos ver el mensaje del Batallón Atlacatl enorgulleciéndose -con la peor ortografía del mundo- de sus vejámenes, me asaltó un recuerdo de infancia. Me acordé que en la televisión estaban dando la noticia del asesinato de los jesuitas. Si fue recién ocurrido el suceso, mi hermano tendría 9 años y yo, 5. Él me dijo que era bien tonto que hubieran escrito «FMLN» en la pared, que para qué se incriminarían ellos solos (Sí, una reflexión peligrosa si hubiera sido escuchada por algún extraño, ¿De dónde había sacado eso mi hermano? Seguro era comunista. No se preocupen, hoy es todo lo contrario).  Hoy se lo comenté a mi padre y me dijo que era una reflexión acertada. Yo le dije que sí… para alguien inteligente, no para el Batallón Atlacatl.

Su respuesta fue que se trataba de algo distinto porque en El Mozote querían enaltecerse, vanagloriarse.

Esto me ha hecho pensar más en la presencia de militares en las calles. ¿Han notado cuán ochentero parece el camino al aeropuerto? Además de por la infraestructura, también es porque el control del área pertenece a los militares de CEPA. Ese caminito todo solo y lleno de militares…¿No será traumante para los salvadoreños que vienen a visitar su país después de haber huido por la misma guerra?

 Mi papá me dijo que no se le olvida cómo era vivir en esa época militarizada, «los de tránsito eran peor…todavía me acuerdo una vez que uno se me atravesó frente al Camino Real y tuve que dar un frenazo». Lo paró por venir fumando. «¿Y qué le importaba? Pero era la época en que no podías decir nada». Yo le dije que quizás estaba adelantado a su época y quería cumplir la irrespetada normativa actual del consumo de tabaco.

«La gente dice que hoy la vida no vale nada, ¡En esa época no valía nada!…Que con la guardia no habría maras, ¿Para qué querrías maras teniendo ya a la guardia o a la policía de hacienda?»

Ciertamente, papá.

¿Quién querría de regreso a Maximiliano Hernández Martínez?

Mucha gente estúpida e ignorante. Ellos los querrían de vuelta.

Y mientras me debato si pudiera ir al aniversario de los mártires en El Mozote, dejo un par de frases muy buenas del libro:

Para consolidar la paz es preciso evitar el ocultamiento del pasado. «Sin historia no se es y con una historia falsa, ajena, se es otro, pero no uno mismo», señala Guillermo Bonfil Batalla.

Unir el perdón con el olvido ha sido una regla constante que de muchas maneras se ha aplicado en nuestra historia latinoamericana. Esto ha derivado en graves consecuencias; ante la ausencia de memoria histórica, reincidimos constantemente en los errores del pasado, sin poder anticiparnos a sus males.

ACTUALIZACIÓN MARTES 13/12/11 – Vean el video que EL FARO ha preparado sobre la masacre en El Mozote.

Un comentario sobre “El Mozote…30 años después

¿Está de acuerdo o quiere mandarme a la chonguenga?