Vida y muerte

Hoy por la mañana estaba rodeado de gente joven con niños y recordé una teoría que un ambiente similar me hizo plantearme.

A veces me pregunto si, en nuestra sociedad, más que la presión de la familia lo que hace que la gente joven decida formar una familia a temprana edad es otra forma de egoísmo: la autovalidación a través de la procreación. ¿Qué quiero decir? Que creo que hay mucha gente que no tiene metas claras para sí misma y a veces parece que la mejor forma de evadir tal reflexión sobre uno mismo y sus ideales (o la falta de ellos) es conseguirse algo de qué ocuparse… para siempre…es decir, tener una familia. Si uno la asume con total responsabilidad es la única cosa que nunca le van a quitar. Es para siempre y se convertirá en el motor para hacer cualquier cosa, como mantenerse en un trabajo detestable y ha de llenar el vacío en los monótonos e insignificantes días. Tal vez no sea así para todo el mundo. Solo es una inquietud pues creo que así es para muchas personas.

Y si bien es cierto que el status familiar es eterno. Tener tus hijos no garantiza que la vida no te de sorpresas.

Hoy es el aniversario de la muerte de una amiga muy querida. El séptimo aniversario. El tiempo pasa como si nada y cada año se hace más increíble que ella solo tuviera 23 años cuando todo pasó.

Fue bonito llegar y ver que habían varias flores para ella. Luego pensé «Ojalá no sean solo de su familia». Pero ¿Qué tiene? La gente no tiene que llegar al cementerio para pensar en ella. No es una competencia entre tumbas. Este cementerio está realmente hecho para nosotros, para crearnos la sensación de ir a visitarla a un lugar físico. Yo lo agradezco

…y me hace cuestionar mi deseo de querer ser cremado.

Luego reinicio el debate conmigo mismo: Este es solo un espacio. Y no es distinto al Monumento a la memoria y la Verdad del parque Cuscatlán, el lugar donde madres, esposas, padres, todos, pueden llegar a rendirle un tributo a alguien cuyo cuerpo no encontraron. Su cuerpo no está ahí, ¿Realmente sí lo está en el cementerio? ¿Ya qué queda de la persona que una vez conocimos? Esa fea imagen actual no es realmente lo más importante. Lo que vale es lo que viene después: el cómo la recordamos o cómo honramos su memoria contando su historia y lo que aprendimos de ella o la inspiración que quizás nos dio (En varios momentos distintos y por razones insospechadas).

¿Realmente uno puede sobrevivir a alguien sin que en algún momento se cuestione si realmente está viviendo la vida a plenitud como ella lo hubiera hecho? Yo a veces me he preguntado si ella no hubiera vivido su vida mejor de lo que yo vivo la mía.

Pero no queda más que vivir. Ahí mismo en el cementerio estaba rodeado de vida. Había mucha gente cuyo modo de sobrevivencia gira en torno a la muerte: la señora que, como mi abuela materna también lo hizo, sobrevive vendiendo flores falsas que le permiten ahorrar para los tiempos de vacas flacas; los pájaros alimentándose en la grama y los niños que ganan un dinero extra arreglando las lápidas, las mismas lápidas rodeadas de tantas flores de colores chillones. Supongo que nadie quiere que su ser querido parezca olvidado o uno más entre el montón. Todos queremos que sobresalga porque para nosotros fue (y sigue siendo) importante.

Supongo que eso le da valor a nuestras vidas también.

Y mientras pienso en eso, una marcha fúnebre entra. Puedo ver el interior de algunos de los carros. En uno, va una señora riéndose junto al conductor.

Esos son los contrastes de nuestra vida.

Alguien está siendo enterrado hoy…y estoy seguro de que alguien va a nacer o a ser procreado hoy.

Si existe algún ser supremo debe divertirse viendo nuestras vidas de novela.

¿Está de acuerdo o quiere mandarme a la chonguenga?